Llega navidad y con ella, las novenas, las reuniones, las fiestas y por supuesto los excesos de comida que al final del mes nos hacen sentir culpables por no habernos controlado. La única manera de no sentirnos mal por haber comido más de lo que debíamos es comer saludablemente, y si, es inevitable no caer ante la tradicional natilla con buñuelo, pero existen ciertos truquitos que podemos emplear para no sentir culpa.
Es importante tener claro que aunque la alegría de las fiestas nos invada, debemos ser conscientes de lo que comemos y que la idea “empiezo a comer saludable en enero” no nos va a ayudar mucho, ya que este tipo de pensamiento hace que comamos desbordadamente y luego el trabajo será el doble lo cual va a ocasionar que nos desmotivemos y sea más difícil tener una rutina saludable.
Recuerda que es mejor la Calidad que la Cantidad y que no necesitas comer en exceso para disfrutar de la navidad. Nuestra salud siempre será lo más importante.
Aunque algunas veces pensemos que sea algo sin relevancia, realmente es algo que perjudica nuestra salud ya que al no ser conscientes del tipo del hambre que tenemos podemos comer en exceso y tener así hábitos pocos saludables. Existen varias maneras de saber si el hambre que sentimos es un hambre física, es decir aquella que es una necesidad biológica o si por el contrario es emocional la cual surge de algún estado de ánimo. A continuación les daremos algunas claves para poder identificarlas:
Protege tu sistema cardiovascular con ayuda del consumo regular de estos alimentos, ejercicio constante y visitas periódicas a tu médico.
Ama y valora tu salud!!!
Sabemos que es importante alimentarnos en promedio 5 veces al día, acá te contamos más sobre la importancia de cada comida y su horario.
El cuerpo requiere diferentes nutrientes diferentes y ningún alimento por sí solo puede proporcionarlos todos.
Las frutas y verduras poseen importantes nutrientes. Lo ideal es consumir cinco raciones al día. Pruebe nuevas recetas!
Utilice canela, nuez, moscada, extracto de vainilla o almendra para darle sabor y endulzar sus comidas.
Al ingerir las raciones adecuadas de cada alimento, es más fácil que consuma todos los grupos de alimentos. Termine de comer cuando se sienta satisfecho y no espere a estar lleno.
No se salte ninguna comida y mucho menos el desayuno. Realice meriendas a media mañana y media tarde sin comer demasiado para no sustituir las comidas principales.
Los adultos necesitan beber mínimo 1,5 litros de líquido al día. El agua es vital, sin embargo la variedad es agradable y saludable. Otras opciones son los zumos, los refrescos, el té, el café, etc.
Además de quemar las calorías que sobran, es buena para el corazón, para el sistema circulatorio y el bienestar en general. ¡Use la escalera en vez del ascensor !. Dé un paseo en su descanso para comer.
Saboreé y disfrute de cada una de sus comidas, estas serán más agradables y le nutrirán mejor.
Consuma las frutas crudas y para las verduras, no permita que se sobrecocinen pues pierden muchas de sus propiedades y firmeza. Prefiéralas al horno, al vapor, a la plancha ; evitando los fritos.
Desde el momento de hacer las compras planifique su alimentación y la de su familia. Siempre prefiera alimentos naturales antes de snacks, gaseosas, golosinas y productos artificiales.
El peso adecuado depende de muchos factores (el sexo, la altura, la edad y la genética) Tenga en cuenta que el sobrepeso aumenta el riesgo de padecer enfermedades cardíacas. Ayúdese de actividad física para quemar calorías y sentirse bien.
Lea siempre las etiquetas de los alimentos. Esto le indicará cuáles son los componentes del producto y si son saludables.
Lavamos el apio y lo picamos muy finito.
En primer lugar, cortamos el tallo en tiras longitudinales y a continuación, las juntamos.
Nota: Para esta receta sólo utilizaremos el tallo del apio; las hojas las desechamos.
Luego, lavamos bien la zanahoria y la picamos de la misma forma que el apio.
Pelamos la cebolla y también la picamos muy finita.
En una OLLA, ponemos 2 cucharadas de aceite a calentar a fuego medio y añadimos la cebolla, el apio y la zanahoria.
Revolvemos las verduras durante 2 o 3 minutos.
Incorporamos la carne picada, y la cocinamos hasta que cambie de color, removiendo con una cuchara de madera (otros 2 minutos). Subimos el fuego, añadimos medio vaso de vino tinto y lo dejamos un minuto más para que se evapore el alcohol.
A continuación, incorporamos el tomate triturado, removemos, y salpimentamos.
Añadimos 1 cucharadita de orégano (y opcionalmente 2 hojas de laurel).
Bajamos el fuego al mínimo, y lo dejamos cocer entre 30 y 45 minutos, con la tapa semi-abierta.
Nota: La salsa irá espesando poco a poco, pero si seca antes de tiempo, añadir medio vaso de agua.
Cocemos la pasta, ponemos una olla con abundante agua y una cucharada de sal, a calentar a fuego fuerte. Cuando comience a hervir, añadimos la pasta y la dejamos cocer 8-9 minutos, aunque el tiempo de cocción dependerá del tipo de pasta (vendrá indicado en el paquete).
A continuación, pasamos la pasta por un colador para eliminar el agua.
Por último, colocamos la pasta en un plato, y servimos con la salsa por encima y un poco de queso parmesano rallado.
Una de nuestra mayor pasión son las frutas, su diversidad de colores, aromas, beneficios y propiedades. Aquí traemos algunos tips que esperamos les gusten.
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